Quizá algún día se deje de hablar del daño causado por Donald Trump. Pero aún tendrá que pasar tiempo para que vayan cicatrizando la multitud de heridas que su mandato dejó en todo el mundo. Algunas de esas heridas se han comenzado a curar con la llegada de Joe Biden en la Casa Blanca. Y una de ellas, muy significativa, tiene que ver con la vuelta del multilateralismo, que ha marcado esta gira europea del presidente estadounidense, que arrancó con el G7 en Reino Unido, siguió con la cumbre de la OTAN, la reunión con los presidentes de las instituciones europeas y termina este miércoles con Vladimir Putin en Ginebra.
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