Fondos soberanos de petromonarquías árabes, los denominados fondos buitres y empresas estatales chinas ya sondean Europa en busca de oportunidades de compra de activos cuyos precios se han desplomado por la debacle económica del coronavirus, pese a las medidas de salvaguardia a la inversión extracomunitaria alentadas por la Comisión Europea.
Los más activos hasta ahora han sido los inversores saudíes. El fondo soberano de esta dictadura petrolera, PIF, ha invertido unos 1.000 millones de euros en cuatro grandes petroleras del continente (la holandesa Shell, la francesa total, la noruega Equinor y la italiana Eni), según informó hace unos días The Wall Street Journal.