Finlandia y Suecia, históricos países no alineados en la OTAN, cada vez se encuentran más cerca de la puerta de entrada. La invasión rusa de Ucrania ha acelerado el proceso de acercamiento hacia la Alianza Atlántica, hasta el punto de que la decisión final puede tomarse en las próximas semanas. Y parte de la negociación con la OTAN, mientras se terminan los procesos políticos internos en cada país, tiene que ver con las garantías de seguridad de los dos países desde que presenten la hipotética solicitud hasta que sea aprobada.