Un par de soldados rusos observan cada vehículo que atraviesa el check-point entre Moldavia y su región separatista de Transnistria, donde oficiales 'fronterizos analizan con lupa pasaportes y permisos extranjeros. En la orilla oriental del río Dniester, la bandera bicolor ornamentada con la hoz y el martillo ondea a la misma altura que la tricolor de Rusia. Alcanzada la capital, una enorme estatua de Lenin vigila el ‘Soviet Supremo’, la sede gubernamental y parlamentaria de la autoproclamada república, enclavada en Moldavia y apenas reconocida a nivel internacional.