Es la hora de la verdad. El próximo martes, el Senado de EEUU se convertirá en un tribunal para juzgar a Donald J. Trump por abuso de poder y obstrucción. Cuando quedan apenas unas horas para que empiece, los republicanos y los demócratas no se han puesto de acuerdo en casi nada: ni en cuánto tiempo tendrán para argumentar, ni en si declararán testigos... lo único que se ha consensuado es un documento con unas mínimas normas básicas de educación para evitar un circo. Los líderes de los dos partidos en el Senado saben que es un momento histórico, el tercer juicio por impeachment a un presidente en 230 años, por eso han establecido un decálogo de buenas maneras que eviten un espectáculo televisado.