En el volumen III de Capital, Karl Marx (disculpen la referencia al clásico, pero solo los despistados y los ignorantes piensan que los clásicos desaparecen fácilmente), argumenta que el colonialismo tuvo un papel importante en el desarrollo del capitalismo, un papel que solo pudo dar todos sus frutos en los países que habían creado anteriormente otras condiciones favorables. No era el caso de España ni de Portugal, y por eso no pudieron modernizarse con éxito. Y concluye: “Comparemos Holanda con Portugal, por ejemplo”.
Cualesquiera que sean los argumentos a favor y en contra de esta lectura, la verdad es que Portugal no se aprovechó de la expansión colonial para modernizarse y, de hecho, la gran parte del pillaje de las riquezas de las colonias fue a parar a otros bolsillos europeos.