Enrique del Castillo podría haber sido el operador del proyector del cine Madrigal de Granada, el único en España que, hasta hace muy poco, seguía proyectando sus películas en 35 milímetros con un proyector de la marca Prevost. Un tiempo estuvo Del Castillo trabajando en ese cine, el último del país en digitalizarse. Del Castillo, sin embargo, es un hombre con muchas y justificadas inquietudes.
De hecho, también podría haberse ganado la vida dando clases de piano. Podría, también, tocar los teclados en una banda de música cualquiera y destacar como el mejor músico del conjunto.
Leer más: Umbráfono, un nuevo instrumento que hace música con las sombras del cine