¿Qué se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un crítico o una crítica de cine? Tal vez volvamos a encontrarnos con la mordaz Tabitha Dickinson de Birdman, con George Sanders en Eva al desnudo y con el Anton Ego de Ratatouille, aunque este era experto en cocina. O quizá se nos aparezca la imagen mental de Jay Sherman, aquel crítico que aparecía en la sexta temporada de Los Simpson en la que un festival de cine llegaba a Springfield y una película llamada Balonazo en la entrepierna causaba sensación.
Lo cierto es que la profesión, actualmente, responde a todas sus parodias, pues no existe una imagen clara de la misma: su ámbito de profesión se encuentra en plena era de cambio.