Frenar el auge de la extrema derecha es uno de los retos de Europa, que ha visto cómo en los últimos años Giorgia Meloni ganaba en Italia sumándose a los gobiernos ultraconservadores de Hungría y Polonia, que se han convertido en el gran dolor de cabeza de la UE. La posibilidad de que Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo (2014-2019), vuelva a coger las riendas de Polonia supone un alivio en la inmensa mayoría de Estados miembros y en la Comisión Europea.