Miles de personas se han quedado atrapadas este fin de semana por las fuertes lluvias en el desierto de Nevada, en Estados Unidos, mientras acudían al festival Burning Man. El evento tiene lugar en una llanura que se ha convertido en un lodazal y por la que no pueden circular aún los vehículos. Las autoridades desconocen cuándo van a poder evacuar a los más de 70.000 asistentes.
La organización ha prohibido la entrada y salida del recinto hasta que pueda evaluar el terreno.