Las autoridades locales de la ciudad sitiada de Mariúpol han denunciado la existencia de una gran fosa común en las afueras en la que, según dicen, han podido ser enterradas entre 3.000 y 9.000 cadáveres. Como prueba, han mostrado imágenes tomadas desde un satélite por la empresa tecnológica Maxar. La denuncia se produce mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, se adjudica el "éxito", según dijo, en la toma de la ciudad devastada tras más de mes y medio de asedio, en la que miles de personas siguen atrapadas y el último gran reducto de combatientes ucranianos permanece en la gigantesca planta de Azovstal.