El dinero parece especialmente voluble y huidizo a la conclusión de 2023. Tanto, que dos valores emblemáticos, el oro, por su tradicional estatus de refugio del capital en épocas de vacas flacas, y las criptodivisas, emblema de la digitalización monetaria sin controles regulatorios de los bancos centrales, han asumido un protagonismo inesperado para gran parte de las manos que mecen los mercados.
El metal precioso y el bitcoin “navegan totalmente desconectados de los criterios financieros fundamentales”, alerta Marcus Ashworth, ex estratega jefe de Mercados en Haitong Securities, en la City londinense y columnista de Bloomberg.
Leer más: El oro y las criptodivisas vuelven a mostrar la ‘exuberancia irracional’ de los mercados