Todo pintaba bien. La gente estaba ansiosa por acudir al primer mitin de Donald Trump desde la llegada a EEUU de la pandemia. O eso creía el presidente. Él y su equipo presumían de haber recibido más de un millón de solicitudes de entradas para un pabellón de 19.000 personas. Decidieron entonces levantar un escenario exterior para que el presidente pudiese dirigirse también a las masas que no habían logrado entrar en el abarrotado BOK Center de Oklahoma, en Tulsa, el sábado pasado.
The outdoor stage for @realDonaldTrump’s Rally in Tulsa being built.This will be the 1st time that POTUS speaks to BOTH crowds in person - inside & outside.