“La UE se ha preparado para este escenario". Es la primera reacción de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras el corte de gas ruso a Polonia y Bulgaria por negarse a pagar en rublos, posición generalizada en la UE salvo algún país, como la Hungría de Viktor Orban, el mayor aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, entre los 27.