La española Silvia Arrastia llamó a todas las puertas que pudo hasta conseguir los documentos que daban luz verde a su familia política, amenazada por los talibanes, para salir de Afganistán. Este viernes, sus seres queridos, entre los que había varios menores, permanecieron durante horas frente a la puerta Abbey Gate del aeropuerto de Kabul. Gritaron "España", como les habían indicado, y solo encontraban silencio; intercambiaron fotos con personal del operativo para tratar de encontrarse, hasta que la explosión lo paralizó todo.