El director francés Jean Renoir dijo en 1971 que el problema de la televisión es que "amalgame y convierta en una papilla la realidad, la ficción, lo fundamental, lo secundario, el divertimento y la reflexión". Él, acostumbrado a meterse en líos políticos por sus películas, era consciente de que no todo vale "por exigencias del guion", aunque a veces, sobre todo en ficción seriada, lo parezca.
Una agresión machista como plot twist, un estereotipo racista como bálsamo cómico o un insulto homófobo como generador de conflicto son ejemplos reales que se cuentan por decenas. Esto ha provocado que se coloque bajo la lupa a series como Élite o Por trece razones, pero también que se revisen los patinazos de clásicos como Friends o Doctor Who.