Hay pocas novelas con una frase de inicio tan potente como la de Anna Karenina: "Todas las familias felices se parecen, pero cada familia desgraciada lo es a su manera". Una prueba es que se ha convertido casi en un mantra que se comparte sin descanso en las redes sociales, se vende en formato pegatina en internet y es raro que aún no se haya estampado en camisetas superventas. Pero es bastante probable que un porcentaje de quienes se identifican con ella no hayan leído la obra de la que proviene o ni siquiera sepan cuál es.
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